ninia con tubo fidget de esponjas

DIY Fidgets Caseros: Calma y Concentración para Tus Pequeños

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Descubre cómo hacer fidgets sensoriales DIY con materiales que ya tienes en casa. Actividades fáciles y económicas para calmar la ansiedad, mejorar la concentración y estimular la motricidad fina de tus hijos. ¡Perfecto para padres creativos!

¿Tu hijo no para de mover las manos mientras piensa, escucha o se aburre?

No es distracción. Es desarrollo.

Manipular objetos —estirar, apretar, girar, enrollar— es una forma natural en la que los niños procesan emociones, estimulan sus sentidos y canalizan energía. A estos aliados silenciosos se les conoce como fidgets sensoriales, y son tan versátiles como eficaces.

La buena noticia: no hace falta comprar nada.

Hoy te muestro cómo hacer fidgets caseros con lo que ya tienes en tu cocina, cajón o despensa. Son fáciles, económicos y —lo mejor— pueden convertirse en una actividad hermosa para hacer juntos.

¿Por qué los fidgets sensoriales son un tesoro?

Antes de entrar al mundo DIY, recordemos por qué estos pequeños objetos pueden tener un gran impacto:

  • Mejoran la concentración: Manipularlos suavemente libera energía acumulada, ayudando a enfocarse en tareas como leer o hacer la tarea.
  • Regulan emociones: Son una vía segura para descargar ansiedad, frustración o inquietud.
  • Estimulan los sentidos: Texturas, pesos y resistencias activan el sistema sensorial de forma positiva.
  • Fortalecen la motricidad fina: Apretar, enrollar o pellizcar ayuda a desarrollar los músculos de las manos.

4 Fidgets DIY que puedes hacer hoy mismo

1. ✨ Botella de la Calma Mágica

botella llena de purpurina y brillantina

Visual, relajante… y casi hipnótica.

Materiales:

  • Botella plástica transparente (tipo agua)
  • Agua templada
  • Pegamento transparente o con purpurina
  • Purpurina fina (varios colores)
  • Cuentas pequeñas o lentejuelas
  • Colorante alimentario (opcional)
  • Pegamento fuerte para cerrar la tapa

Paso a paso:

  1. Llena ¾ de la botella con agua tibia.
  2. Añade pegamento con purpurina y mezcla.
  3. Agrega las cuentas y lentejuelas.
  4. Si quieres, incorpora una gota de colorante.
  5. Completa con agua casi hasta el borde.
  6. Sella bien la tapa con pegamento fuerte. ¡Evita desastres!

2. 🌀 Globo anti-estrés con harina o arroz

globos llenos de harina

Apretar nunca fue tan relajante.

Materiales:

  • Globos resistentes
  • Harina, arroz o arena fina
  • Embudo (o uno hecho con papel)

Cómo hacerlo:

  1. Estira un poco el globo.
  2. Llénalo con el material elegido hasta que esté gordito, sin tensión.
  3. Saca el aire y haz un nudo.
  4. Para reforzarlo, cubre con un segundo globo cortado.

3. ☁️ Bola de algodón sensorial

una bola de calcetin llena de algodon

Ideal para los más chiquitos.

Materiales:

  • Calcetín limpio (mejor si es suave)
  • Bolas de algodón o retazos de tela

Instrucciones:

  1. Rellena el calcetín con algodón o tela hasta que quede compacto.
  2. Haz un nudo firme.
  3. ¡Listo para apretar, oler y descubrir!

4. 🧶 Fideos sensoriales

manzanas dentro de una red transparente

Textura + elasticidad = diversión asegurada.

Materiales:

  • Red de frutas (como las que traen naranjas)
  • Macarrones de piscina o esponja gruesa

Pasos:

  1. Corta el material esponjoso en trozos.
  2. Introdúcelos dentro de la redecilla.
  3. Haz nudos en los extremos para sellar.
  4. ¡Siente cómo los deditos no quieren soltarlo!

Un recordatorio amoroso: cada niño necesita algo distinto

Observa. Prueba. Ajusta. Lo importante no es que todos usen el mismo fidget, sino que encuentres el que le brinde calma, concentración o simplemente alegría a tu peque.

Y recuerda: seguridad ante todo. Evita piezas pequeñas si tu hijo es menor de 3 años, y revisa siempre los materiales que uses.

Bonus: convierte la creación en una experiencia compartida

mama preparando masa con su hija

Estos fidgets no solo calman las manos: también pueden fortalecer el vínculo entre ustedes. Hacerlos juntos es una oportunidad para conversar, reír y crear algo con sentido. Porque a veces, lo que calma no es el objeto… sino el momento en que se creó.

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