Preparas un plato lleno de color, con esmero y esperanza… y tu hijo lo mira como si le hubieras servido piedras. “¡NO!”, grita. Respira. Aunque no lo parezca, es bastante común: hasta la mitad de los niños entre 2 y 5 años pasan por una etapa de alimentación selectiva. Con paciencia, buen ejemplo y mucho amor, la mayoría la supera.
¿Por qué mi hijo rechaza la comida?
- Genética: Algunos niños heredan una sensibilidad mayor al sabor amargo. No es terquedad, es biología.
- Etapa de desarrollo: Su gusto por lo dulce es innato. Lo amargo, en cambio, puede sentirse casi ofensivo.
- Apetito cambiante: Crecen a saltos. A veces comen como si no hubiera un mañana; otras, apenas picotean.
- Ambiente y presión: Insistir en “terminar el plato” puede tener el efecto contrario y aumentar el rechazo.
11 estrategias amorosas (y respaldadas por la ciencia)
- Ambiente tranquilo Sin pantallas, sin presión, sin sermones. Porciones pequeñas, del tamaño de su mano.
- Regla de oro: “Tú decides cuánto, yo decido qué” Refuerza su autonomía sin convertir la comida en un campo de batalla.
- Exposición repetida A veces se necesitan 10, 15 o más intentos. Cambia la preparación, no la paciencia.
- Da el ejemplo Si tú comes con gusto lo que le ofreces, tu hijo lo notará. Y lo imitará.
- Cocinen juntos Lavar fresas, amasar, mezclar… El contacto previo despierta curiosidad y aceptación.
- Horarios fijos Tres comidas y dos snacks al día. Si hay estructura, hay más hambre real y menos antojos.
- Presentación creativa Caritas con vegetales, brochetas de colores, nombres divertidos. Sí, a veces el brócoli necesita un disfraz.
- Verduras visibles… y camufladas Está bien licuar calabacín en la salsa, pero también sírvelo entero para que se familiarice.
- Alternativas nutritivas Si rechaza el guiso, ofrece huevo, legumbres, yogurt con fruta. Lo importante es la calidad, no la perfección.
- Refuerza con cariño Celebra el intento, no premies con postre. El objetivo es el vínculo, no el chantaje.
- Consulta cuando sea necesario Si hay pérdida de peso, fatiga o rechazo total a ciertos grupos de alimentos, acude al pediatra.
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Preguntas frecuentes
¿Es normal que solo quiera tres alimentos?
Sí. La neofobia alimentaria (rechazo a lo nuevo) es parte del desarrollo entre los 2 y 6 años.
¿Cuántas veces debo ofrecer un alimento nuevo?
De 8 a 15 exposiciones. No es magia, es repetición con cariño.
¿Está mal ocultar siempre las verduras?
No está mal, pero no debe ser lo único. Que las vea, que las toque, que se familiarice.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si notas pérdida de peso, fatiga, anemia o rechazo constante a grupos enteros de alimentos. No dudes, una consulta con el médico es lo mejor que puedes hacer. Aun si no tiene nada, un chequeo no esta mal.
En conclusión
La comida es solo el escenario: lo que se juega en la mesa es la confianza. Cada bocado, incluso el que termina en el suelo, es una semilla. Una oportunidad de conexión, no de control. Así que respira, suelta las expectativas, y celebra los pequeños avances. Tu paciencia alimenta más que cualquier vegetal.
Nota médica: esta información es orientativa y no sustituye el diagnóstico de un profesional de la salud. Siempre visita a un médico si tienes dudas.
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